Las legumbres, principalmente los garbanzos, las lentejas y las arvejas, forman parte de la dieta del hombre desde tiempos inmemoriales, especialmente debido a su alto contenido proteico.
Estas semillas de leguminosas son consideradas como fuente de proteína alternativa de la carne o suplementaria de las aportadas por los cereales y sus productos derivados, ya que la mayor parte de las legumbres tienen un contenido de proteínas superior al 20 % en su composición de macronutrientes.
Entre los actores fundamentales en la producción de estos alimentos, que juegan un papel primordial para lograr la seguridad alimentaria en el orden internacional, se encuentra Montana, un estado ubicado en el noroccidente de Estados Unidos que es mundialmente reconocido por la belleza de sus parques naturales y la calidad de sus legumbres.
En este territorio, que tiene una extensión de 147.164 millas cuadradas, se cultivan legumbres de altísima calidad para diferentes destinos: la exportación como grano seco; su transformación en harinas; entre otros procesamientos agroindustriales.
¿Pero por qué destaca la calidad de las legumbres producidas en Montana? Veamos…
Legumbres con calidad Montana
Estados Unidos, para facilitar la comercialización de granos de forma confiable y segura, establece una serie de estándares para evaluaciones y prácticas de manejo para garantizar la calidad de las legumbres que se producen en su territorio.
El Servicio Federal de Inspección de Granos (FGIS), del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), es el encargado de certificar el los estándares de calidad de las legumbres, las cuales se clasifican en 3 grados:
- Grado 1: Calidad superior
- Grado 2: Calidad media
- Grado 3: Menor calidad
El grado que reciben las legumbres depende de 12 parámetros entre los cuales destacan, el peso, el color, la humedad y la densidad. Estos parámetros son examinados exhaustivamente a través de pruebas en laboratorios y evaluaciones de jueces calificados para esta labor.